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La celiaquía es una enfermedad que afecta aproximadamente al 1% de la población española. A día de hoy se estima que sólo entre un 20% y un 25% de los celiacos están diagnosticados, y una cifra muy alta de los diagnósticos se están dando en personas de más de 50 años.

Recibir el diagnóstico de celiaquía en la edad adulta puede ser complicado por distintas razones. Por un lado, si el diagnóstico llega después de muchos años de síntomas, es posible que se hayan desarrollado otras enfermedades asociadas a la celiaquía, como puede ser diabetes, hipotiroidismo, etc. Por otro lado, en la edad adulta nuestra personalidad ya se ha formado y cambiar hábitos o aceptar una enfermedad no siempre es sencillo.

El diagnóstico de celiaquía normalmente llega en la consulta de un especialista y la información que nos ofrecen sobre la enfermedad es más bien escasa. Si a esto sumamos la gran cantidad de desinformación, de bulos y mitos sobre la celiaquía, nos encontramos con que muchos celiacos recién diagnosticados tienen una gran cantidad de dudas sobre la dieta sin gluten y sobre la celiaquía. El equipo de CELICIDAD a través de nuestras redes sociales, hemos detectado algunas de las dudas más recurrentes sobre la celiaquía que aquí aclaramos.

La celiaquía no es una intolerancia. Es una enfermedad sistémica de origen autoinmune provocada por la intolerancia al gluten 

1- Enfermedad sistémica

La celiaquía NO es una intolerancia ni una alergia. La celiaquía es una enfermedad autoinmune y sistémica, es decir, que afecta a todo el organismo y que está provocada por una intolerancia permanente al gluten. Por tanto, los celiacos sí tenemos una intolerancia al gluten, pero ésta provoca en nuestro sistema inmune una serie de reacciones que son las que acaban lesionando las vellosidades intestinales. Esa reacción es la que diferencia la celiaquía, que muchas veces recibe el nombre de intolerancia al gluten,  de la sensibilidad al gluten o la alergia al gluten.

linfoma intestinal asociado a celiaquia

2- La celiaquía asintomática existe

Muchos nos habéis trasladado vuestras dudas sobre el diagnóstico porque no sentís síntomas o no notáis los síntomas normalmente asociados con la celiaquía. Por desgracia la enfermedad celiaca es una enfermedad sumamente compleja, y en ocasiones los celiacos no manifiestan síntomas y el diagnóstico les puede llegar a raíz de otro diagnóstico en la familia y el correspondiente estudio genético. Ser asintomático no significa, para nada, que en ocasiones puedan cometerse transgresiones de la dieta sin gluten. El gluten ocasiona el mismo daño a los celiacos con síntomas que a los celiacos asintomáticos y la única manera de no complicar el diagnóstico con el desarrollo de otras patologías, es mantener una dieta sin gluten de forma estricta y de por vida, como recoge la guía 0 Gluten.

El gluten ocasiona los mismos daños a los celiacos con síntomas que a los celiacos asintomáticos

3-Enfermedad crónica

Las enfermedades crónicas son aquellas de larga duración que no acaban nunca de curarse. Por eso la dieta sin gluten ha de ser de por vida, porque si no se realiza de forma adecuada, los síntomas reaparecen, y si hablamos de celiaquía asintomática, aunque no haya síntomas, la lesión interna se producirá, el daño en el intestino se irá acumulando y a la larga puede llegar a causar un linfoma intestinal (en casos excepcionales). Por eso es fundamental conocer las claves de la dieta sin gluten, saber evitar la contaminación cruzada y sobre todo, Aprender a Cocinar Sin Gluten. 

4- Productos sin gluten

El lado bueno de la celiaquía es que, a pesar de tratarse de una enfermedad crónica, tiene tratamiento y éste no son fármacos, ni inyecciones, ni nada por el estilo. El tratamiento eficaz para la celiaquía es la dieta sin gluten estricta, es decir, aprender a comer y a cocinar de forma diferente. Con una alimentación variada y equilibrada nos encontraremos sanos. Cuando nos diagnostican nos surgen mil dudas y tendemos a correr al supermercado para comprar todo aquello que vemos «Sin Gluten». No es que sea un error, para nada, pero deberemos aprender que la base de nuestra dieta son los productos «0 gluten», aquellos que de forma natural no llevan gluten, es decir, carnes, pescados, leche, frutas, verduras, huevos, legumbre… Combinándolos con el consumo de productos elaborados específicamente para celiacos como es la pasta, los panes, pizzas, etc y evitando la contaminación cruzada, los síntomas de la celiaquía desaparecerán poco a poco y comenzará el proceso de recuperación (que puede ser lento y tardar hasta dos años en regenerar por completo el intestino, como explica el Dr. Molina).

Pero es muy importante no caer en la tentación de «atiborrarnos» a base de productos específicos sin gluten, ya que como explica la Dra. López, del Hospital Clínico San Carlos, «es un comportamiento muy habitual y tras los primeros seis meses de dieta solemos ver cómo aumenta el colesterol de los pacientes». La experta señala que al inicio del diagnóstico recomienda una dieta en la que el protagonismo lo tienen los productos «no gluten».

«Al inicio del diagnóstico se recomienda consumir productos que de forma natural no contienen gluten para contribuir a una más rápida recuperación»

5-¿Puedo ser celiaco a los 50? 

Y a los 60! La celiaquía puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, y quizás aquellos síntomas con los que hemos convivido siempre y los consideramos normales, como digestiones pesadas, hinchazón, reflujo…ya eran evidencia de celiaquía. Nacemos con la predisposición genética de desarrollar celiaquía, pero después algunos individuos la desarrollamos y otros no. Factores ambientales como consumir mucho gluten, una situación de mucho estrés, incluso el parto, pueden hacer que personas predispuestas desarrollen en esos momentos la celiaquía, aunque de momento no hay ningún estudio científico que explique cuáles son los factores ambientales determinantes.

Lo normal es que un celiaco adulto presente una gran variedad de síntomas muy difusos que nada tienen que ver con la celiaquía clásica. Dolores de cabeza, cansancio, dolores articulares, estreñimiento, diarreas, reflujo…pueden indicar que hemos desarrollado la enfermedad. Si además tenemos familia celiaca, es aún más probable. La genética es fundamental, pero también hay otros factores que influyen en el desarrollo de la celiaquía. Conocer las manifestaciones extradigestivas de la celiaquía, que recogemos en la guía 0 Gluten, es fundamental para los profesionales de la salud

6-Mis análisis son negativos, pero sigo encontrándome mal

Por desgracia a día de hoy siguen siendo muchos los profesionales de la salud que consideran que si una serología es negativa, no hay posibilidad de celiaquía. No es así. Es cierto que los anticuerpos de celiaquía son muy importantes y que si estos son positivos tenemos muchas papeletas para ser celiacos, pero puede ocurrir que sean negativos y el paciente sea celiaco. Por eso si los anticuerpos son negativos pero seguimos encontrándonos mal, tendremos que seguir insistiendo para dar con una solución al problema. Una prueba genética es fundamental. Si esta es positiva lo más recomendable sería una biopsia para descartar o confirmar la celiaquía.

7-¿Qué pasa si un día me salto la dieta? 

¿Un alérgico al marisco haría esta pregunta? ¿verdad que no? No lo haría porque las consecuencias de saltarse la dieta podrían tener consecuencias graves. En el caso de la celiaquía la reacción que desencadena el gluten en el momento en el que lo ingerimos no suele ser grave y en ocasiones no es instantánea, incluso en el caso de los celiacos asintomáticos, éstos ni se enteran de lo que está sufriendo su organismo. Pero no saltarse la dieta, no cometer transgresiones voluntarias, es básico para mantenernos sanos y no poner en riesgo nuestra salud, porque las pequeñas trasngresiones o contaminaciones a la larga sí pueden ser peligrosas. 

Cuando ingerimos gluten nuestro intestino se daña. Las células encargadas de defendernos del gluten (nuestro organismo está confundido y lo considera un enemigo), se activan y cada vez que nos contaminamos actúan de forma más rápida. Llega un momento que éstas se agotan, se atrofian totalmente. De ahí que no podamos saltarnos la dieta sin gluten nunca.  Además hay que tener en cuenta que las contaminaciones accidentales existen, si a éstas les sumamos transgresiones voluntarias, es posible que nos estemos haciendo mucho daño. Las consecuencias de saltarse la dieta sin gluten pueden ser realmente graves, como explicamos en la guía 0 Gluten