La celiaquía asintomática o celiaquía silente es el tipo de celiaquía más complicado de diagnosticar, puesto que las personas que la padecen no manifiestan síntomas ni digestivos ni extradigestivos al ingerir gluten. Según los expertos, este modo de actuar de la celiaquía es común en familiares de primer grado que pueden estar años sin presentar síntomas.

Los últimos estudios señalan que hasta un 25% de los familiares de primer grado de un celiaco pueden llegar a desarrollar la celiaquía. La relación es clara, pueden compartir base genética, el facto que predispone al desarrollo de la celiaquía. Sabemos que la celiaquía es de carácter autoinmune y está provocada por el

gluten, y sabemos también con los síntomas de una celiaquía clásica son bien visibles. Desde diarreas, vómitos, estreñimiento, dolor abdominal, hinchazón…

Entre un 10 y un 25% de los familiares directos de un celiaco,  con el gen  DQ2 pueden desarrollar celiaquía 

Pero ¿qué ocurre con la celiaquía asintomática? Es la variable de la enfermedad capaz de retrasar el diagnóstico durante años y años. Según explica el Dr. Federico Argüelles, la incidencia de la celiaquía asintomática es tal que es más que recomendable » el screening de los familiares de primer grado de pacientes con diagnóstico de celiaquía».

tipos de celiaquía

Y es que la celiaquía es una enfermedad totalmente infradiagnosticada, y una parte de ese 80-85% de la población celiaca que aún está por diagnosticar, no lo está porque no presenta síntomas que les hayan llevado a la consulta del especialista, es decir tienen celiaquía silente o celiaquía asintomática.  De ahí que los screening poblacionales sean tan importantes. Y estos se deben realizar no sólo a los familiares de primer grado, también, señala el Dr. Argüelles, a pacientes con diabetes mellitus tipo 1, enfermedades hepáticas, déficit selectivo de IgA, enfermedades autoinmunes de las tiroides, síndrome de Down y de Turner y síndrome de Sjörgen, todos ellos considerados grupos de riesgo de celiaquía

De hecho la celiaquía asintomática puede llegar a diagnosticarse muchas veces debido a que los pacientes han desarrollado ya alguna de estas enfermedades asociadas con la celiaquía, que no tienen manifestaciones digestivas aparentes pero pueden llegar incluso a tener atrofia vellositaria tal y como muestra la biopsia.

En los familiares de primer grado, apunta el doctor, la probabilidad de progresión a una enfermedad celiaca activa está entre un 6 y un 20% en el caso de aquellos que tengan el gen HLA-DQ2 (el más común entre la población celiaca, cerca de un 90% de los celiacos lo tienen).

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La celiaquía asintomática, la más complicada de controlar

El único tratamiento para la celiaquía asintomática, y para cualquier otro tipo de celiaquía, es la dieta sin gluten de manera estricta y de por vida. El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena principalmente, que daña las vellosidades intestinales cuando es ingerida por un celiaco. Que una persona con celiaquía asintomática no presente síntomas o signos externos, tales como diarreas, dolor abdominal, hinchazón, etc, no significa que su intestino no esté siendo dañado.

El principal problema de una persona con celiaquía asintomática es que si realizan transgresiones en la dieta sin gluten, no lo notarán. Es decir, si consumen por error alimentos con gluten no tendrán la sospecha de haberse contaminado porque externamente no lo notarán, aunque su intestino sí estará siendo dañado.

Lo mismo les ocurrirá cuando ingieran gluten fuera de casa a causa de la contaminación cruzada. No notarán nada y podrán caer en el error de volver a un lugar en el que no son estrictos con la dieta sin gluten, que SIEMPRE tiene que estar libre de contaminación. Por eso apps como CELICIDAD son fundamentales para poder comer en sitios donde sí conocen la celiaquía y sí conocen las medidas que garantizan un servicio óptimo al colectivo celiaco.