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«Los niños con celiaquía que vemos ahora mismo ya no son como los que se veían hace años que podían llegar con problemas importantes de desnutrición, ahora lo vemos mucho antes, se diagnostica de forma más precoz y eso supone un gran cambio para los niños». La Dra. María Jesús Pascual es Pediatra Gastroenteróloga en el hospital Vithas Pardo Aravaca (Madrid) y Jefa de la Unidad de Enfermedad Celiaca del mismo hospital. Hablamos con ella sobre covid y celiaquía en niños en el episodio 22 de Onda Celicidad.

En plena segunda oleada de covid en España, las consultas de pediatría están ya con una carga asistencial «muy elevada. Evidentemente no todo es covid pero ante el más mínimo síntoma los padres, como es normal, acuden al médico y aunque nada tiene que ver la situación con lo que vivimos en marzo, los profesionales tenemos una gran presión porque es necesario trabajar con todo el cuidado del mundo». En niños, señala la especialista, «los síntomas de covid son como los de cualquier cuadro catarral, un poco de tos, de dolor de garganta, fiebre en algunos casos, pero pasa sin problemas normalmente», destaca.

Y es que, como es obvio, en consulta aparecen muchos otros problemas, más allá del covid. Y uno de ellos es la enfermedad celiaca, con la que la Dra. Pascual lleva trabajando décadas «desde que empecé en La Paz con la Dra. Isabel Polanco», explica.

Celiaquía en niños: síntomas

Durante muchos años la enfermedad celiaca era entendida como una enfermedad de la infancia, aunque hace ya años que se sabe que la enfermedad celiaca puede aparecer en cualquier momento de la vida. «Y es importante diagnosticarla cuanto antes. Si el diagnóstico se hace antes de los 18 meses, los cambios para el crecimiento del niño son muy importantes y este es uno de los síntomas de la celiaquía en edad infantil, pero hay muchos más».

El celiaco clásico «el niño con gran tripa, cansado, con anemia, de mal humor… es menos frecuente ya, ese perfil de niño celiaco es el fácil de diagnosticar, pero hay menos. También es cierto que lo que ocurría antes, que nos llegaban niños celiacos con mucha distensión abdominal, con problemas de nutrición, eso ya no lo vemos porque lo atajamos antes, pero el perfil del niño celiaco ha cambiado mucho«.

Y es que los síntomas de la celiaquía en niños pueden ser muy variados y difusos, «casi cualquier problema puede ser una celiaquía, y si se sospecha hay que diagnosticarla cuánto antes o descartarla correctamente».

Problemas de crecimiento, distensión abdominal, diarreas, estreñimiento, anemia, irritabilidad, son algunos de los síntomas comunes de celiaquía en niños, «pero puede haber otros problemas asociados, por eso es muy importante pensar en celiaquía en consulta, sobre todo cuando hay algún familiar celiaco», apunta la Dra. Pascual.

Celiaquía en niños: diagnóstico

El diagnóstico de enfermedad celiaca en niños puede llegar a ser complejo. «Cuando te encuentras con un celiaco con sintomatología muy clara y sospechas de la enfermedad hay que empezar por pedir una serología, unos anticuerpos que nos darán mucha información clave», apunta.

No existe a día de hoy una sola prueba que pueda por sí sola diagnosticar enfermedad celiaca, pero en el caso de los niños, en algunos casos es posible evitar la biopsia intestinal, obligatoria en adultos. «La primera prueba son los anticuerpos si estos son muy elevados, nos indica que hay posibilidad de celiaquía, pero hay que hacer más pruebas porque en ocasiones puede haber otras entidades que eleven los anticuerpos. Por el contrario, si los anticuerpos son negativos, es menos frecuente una enfermedad celiaca, aunque la celiaquía seronegativa también existe en niños», destaca.

La siguiente prueba sería la prueba genética, «hay que comprobar si existe riesgo genético. Si la prueba genética resulta positiva esto significa que el niño puede ser celiaco -ahora o en el futuro- pero hay que seguir haciendo pruebas», señala.

Hay una excepción, «si encontramos sintomatología de celiaquía clara, anticuerpos de celiaquía muy elevados y prueba genética positiva, es posible diagnosticar sin biopsia, pero si alguna de estas premisas es negativa, habría que hacer biopsia intestinal», apunta.

Y es que «hablamos de una enfermedad crónica, para toda la vida. El gluten hay que quitárselo a quien hay que quitárselo y ahí tenemos otro problema importante. Es fundamental que no se elimine el gluten de la dieta antes de hacer las pruebas porque sino podemos tardar mucho más en diagnosticar correctamente y esto hay que diagnosticarlo, y cuánto antes mejor«, afirma la Dra. Pascual.

Por tanto, en algunos casos la biopsia intestinal será imprescindible para el diagnóstico de celiaquía en niños, mientras que en otras ocasiones, podrá evitarse. «Que no haya miedo a las biopsias porque los niños ni se enteran, no es como hace años que eran complicadas para nosotros y para los pacientes, claro. Ahora son otra cosa y son muchas veces totalmente necesarias y cuando hablamos de celiaquía necesitamos un diagnóstico certero porque hablamos de una enfermedad crónica, para toda la vida, y de base inmunológica, hay que tenerla bajo control», apunta.

Celiaquía en niños: seguimiento tras el diagnóstico

La celiaquía es una enfermedad de base inmunológica y crónica que según el actual Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca, publicado por el Ministerio de Sanidad de España en mayo de 2018, «requiere de un seguimiento periódico e indefinido», que además varía en función de la etapa de la vida del paciente. «Los pediatras somos muy pesados y nos gusta hacer bien ese seguimiento para evitar la aparición de otros problemas asociados a la celiaquía, si es posible», señala la Dra. Pascual.

Así, tras el diagnóstico y el inicio de la dieta sin gluten, «suelo esperar un año, si el niño va bien, a hacer la primera analítica, porque a veces los anticuerpos de celiaquía tardan en reducirse y eso creo mucho agobio a los padres, así que si los síntomas van remitiendo, espero un año a hacer esa analítica». En esa analítica, apunta la experta, además de comprobar si los anticuerpos van descendiendo, «miramos otros parámetros importantes, como las hormonas tiroideas, que puede haber mucha asociación con la celiaquía». La revisión clínica, explica la pediatra, «la hago dos veces al año, y la analítica una vez al año. Es muy importante que cuando el niño deja de ser niño celiaco y se convierte en adulto celiaco, continúe con este seguimiento para comprobar que va todo bien».

La Dra. Pascual explica también la importancia de realizar un tratamiento estricto, «la celiaquía es una enfermedad muy agradecida, porque en cuanto quitas el gluten, desaparece de alguna manera la enfermedad, pero hay que ser estricto todos los días porque sino, puede llegar un día en el que el sistema inmunológico reaccione contra nosotros, no conviene alterar al sistema inmunológico«.

Y la dieta sin gluten de un niño celiaco, y de un adulto, «tiene que ser sana, variada, equilibrada y basada en alimentos frescos que de manera natural no contienen gluten. A día de hoy los celiacos lo tienen mucho más fácil, hay de todo, pero conviene no abusar de los procesados y recurrir a una alimentación lo más sana y natural posible, y por supuesto sin saltarse la dieta sin gluten».

ENLACES DE INTERÉS

Vithas Pardo Aravaca

Linkedin Dra. María Jesús Pascual

Protocolo Diagnóstico Precoz Enfermedad Celiaca

Síntomas digestivos celiaquía

Síntomas extradigestivos celiaquía

Pruebas de diagnóstico de celiaquía

Diagnóstico sin biopsia en niños y adolescentes