La evolución de un paciente de Celiaquía tras el diagnóstico y el inicio del tratamiento -una dieta sin gluten estricta- suele ser positivo. La recuperación a nivel sintomatología, serología y lesión histológica se irá produciendo en distintos periodos de tiempo y dependerá de diferentes factores. En este artículo veremos la evolución habitual de un paciente de Celiaquía.
El pronóstico de la Enfermedad Celiaca «es excelente cuando el diagnóstico se efectúa de forma precoz y el paciente se adhiere a la dieta sin gluten», recoge el Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca. La clave por tanto de esa recuperación se basa en dos premisas fundamentales: el diagnóstico temprano y la realización correcta de una dieta sin gluten, que puede ser pautada por un Dietista o Nutricionista especializado en Celiaquía y dieta sin gluten, con el objetivo de que además de sin gluten sea saludable, variada y completa.
Evolución de un paciente con Celiaquía: síntomas
Tras el diagnóstico y el inicio de la dieta sin gluten, la evolución de un paciente con Celiaquía suele ser rápida y a nivel clínico la mejoría es sorprendente. Según el «Estudio de la relación tiempo/grado de respuesta tras la supresión del gluten de cereales en la dieta de celiacos adultos», «la mejoría clínica comienza como mínimo a las dos semanas, y la mejoría total como máximo a las 22 semanas de tratamiento».
La Dra. Crespo, Digestivo del Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid, y también del Hospital Viamed Santa Elena , explica en Onda Celicidad cómo es la evolución de los pacientes con Celiaquía tras el diagnóstico y cuándo estamos ante una Enfermedad Celiaca No Respondedora.
En el referido estudio se indican también qué síntomas son los que más rápido comienzan a remitir, destacando «anorexia, dolor abdominal y diarreas (4 semanas de media), posteriormente irritabilidad y distensión (5 semanas) y pérdida ponderal (11 semanas).
Por el contrario los síntomas de la Celiaquía que más tardan en remitir totalmente son la pérdida ponderal (16 semanas) y las diarreas (8 semanas).
Evolución de un paciente con Celiaquía: serología
La serología, es decir, los anticuerpos de la Celiaquía, suelen estar elevados al inicio del diagnóstico (aunque no en todos los casos ya que también existe la Celiaquía Seronegativa). Son un excelente marcador de cara al diagnóstico, como apunta la Dra. Garzón, Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla en Onda Celicidad, sin embargo son menos interesantes en el seguimiento cuando se negativizan.
Aún así es imprescindible seguir la evolución de estos anticuerpos -normalmente Anti Transglutaminasa- hasta que llegan a negativizar. Explica la Dra. Crespo que en un periodo de tiempo de entre 6 y 12 meses los anticuerpos en general se normalizan, «depende de diferentes factores, pero lo habitual es que en el año de dieta sin gluten estricta, estos hayan negativizado, sino podríamos plantearnos si hay transgresiones dietéticas, si estamos ante una Celiaquía No Respondedora, etc».
Una vez que los anticuerpos negativizan y aunque son una de las grandes referencias para el seguimiento tanto en celiacos adultos como en edad pediátrica, «dejan de ser una herramienta útil para comprobar la evolución del paciente con Celiaquía y para ver si son adherentes a la dieta sin gluten. En la actualidad los GIP nos dan una información más precisa y objetiva», explica la Dra. Garzón.
Evolución del paciente con Celiaquía: lesión intestinal
La lesión intestinal lleva más tiempo y requiere, por supuesto, de una dieta sin gluten estricta. Las vellosidades intestinales con el consumo de gluten antes del diagnóstico van sufriendo poco a poco daños y pueden llegar a atrofiarse por completo. Estas lesiones o atrofia de las vellosidades del intestino delgado dan lugar a problemas de malabsorción y por tanto a déficits nutricionales típicos de Celiaquía.
Las lesiones intestinales compatibles con Celiaquía van desde la más leve, Marsh 1 hasta la más severa, atrofia vellositaria total que corresponde a un Marsh 3C, según la Clasificación Marsh.
Tras el inicio del tratamiento, y con una dieta sin gluten estricta todos los días, las vellosidades del intestino comienzan a recuperarse. «Este es un proceso que lleva tiempo y que depende de distintos factores, el grado de lesión que hay al inicio del diagnóstico y lo estricta que sea la dieta del paciente» destaca la Dra. Crespo. La lesión intestinal puede tardar unos años en desaparecer, «nosotros en el hospital solemos hacer biopsia de repetición para ver cómo ha evolucionado el intestino del paciente y normalmente la pedimos a los 2 años y medio del diagnóstico para intentar verlo ya recuperado, pero no siempre hay esa recuperación total», explica Crespo.
En el Simposio Internacional de Celiaquía que se celebró en 2022 en Sorrento, Italia, se presentó un estudio sobre la recuperación de la mucosa intestinal de pacientes con Celiaquía. Más del 50% de los pacientes que se sometieron a ese estudio -en total participaron 360- que llevaban menos de 5 años de dieta sin gluten correcta, tenían totalmente recuperada la mucosa intestinal. Un 80% de los pacientes que llevaban más de 5 años de dieta sin gluten presentaban también una recuperación completa de la mucosa intestinal».
«Si no hay recuperación intestinal debemos plantearnos qué puede estar ocurriendo, es el momento en el que hay que descartar una Celiaquía Refractaria», señala la Dra. Crespo y destaca «hay pacientes que no recuperan la mucosa intestinal nunca pero que tampoco son refractarios, esto hay que tenerlo muy presente y confirmarlo siempre».
Evolución del paciente con Celiaquía: Celiaquía No Respondedora
El actual Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca (España, 2018), define la Enfermedad Celiaca No Respondedora como «entidad clínica definida por la persistencia de síntomas digestivos y/o extradigestivos, signos o anormalidades de laboratorio típicos de Celiaquía, a pesar de la adherencia a la dieta sin gluten por un periodo comprendido entre los 6 y los 12 meses».
Una vez que el profesional sospecha de estar ante un paciente que no ha tenido una buena evolución, debe comenzar con el algoritmo de pruebas recomendadas para la celiaquía no respondedora: reconfirmar el diagnóstico, comprobar la adherencia a la dieta sin gluten, descartar otras enfermedades asociadas, y en el último punto descartar una enfermedad celiaca refractaria.
El actual protocolo también explica que la causa más común de Celiaquía no Respondedora son las transgresiones dietéticas, por lo que es importante destacar de nuevo la importancia que tienen los profesionales de la Nutrición especializados en Celiaquía y dieta sin gluten como educadores de los pacientes.