- Imagen adaptativa

Las vellosidades intestinales son la parte del intestino que resulta más dañada cuando un celiaco ingiere gluten. El estado en el que se encuentran las mismas viene determinado por la escala Marsh y de ese estado se derivan una gran cantidad de consecuencias para nuestra salud.

Las vellosidades intestinales son una especie de filamentos en forma de dedos que sobresalen de las paredes del intestino, en concreto del duodeno. Miden entre 0,5 y 1 mm de largo aproximadamente y cuentan con gran cantidad de microvellosidades. A pesar de que son muy pequeñas, cumplen un papel esencial en el proceso de la digestión y absorción de los nutrientes, por eso cuando están dañadas dan lugar a una gran cantidad de consecuencias para nuestro organismo.

En el individuo sano las paredes del intestino están recubiertas por las vellosidades intestinales y sus microvellosidades que contribuyen a aumentar la superficie de absorción de los nutrientes que ingerimos y a conducirlos al torrente sanguíneo para que llegue a los órganos en función de sus necesidades. De ahí que cuando están lesionadas, la absorción no se produzca de manera óptima y se produzcan déficits. El más habitual es el de hierro, que da lugar a una anemia ferropénica que puede llegar a ser crónica, como indica la guía 0 Gluten. Cuando se presenta una anemia y no se produce una recuperación de los niveles de hierro después de haber recurrido a suplementos, hay que pensar en un origen diferente, y la celiaquía es muchas veces este origen. 

En las personas con celiaquía las vellosidades intestinales son las primeras en sufrir daño con la ingesta de gluten, debido a una reacción inmunológica de nuestro organismo. Éste confunde esta proteína (inocua en principio), con una partícula dañina y reacciona poniendo en marcha mecanismos de defensa que acaban dañando distintas partes del cuerpo, entre ellas las vellosidades intestinales.

vellosidades intestinalesPor eso la biopsia intestinal es tan importante, porque determinará si hay lesión en las vellosidades intestinales y cuál es el grado de la lesión (no confundir con grado de celiaquía, que no existe). El grado de lesión viene determinado por la Clasificación Marsh, creada por el patólogo británico del mismo nombre.

La estructura de las vellosidades intestinales es realmente compleja a pesar de su mínimo tamaño, pero la función que cumplen es primordial para una salud óptima. Las células del sistema inmunológico situadas en el intestino son los denominados linfocitos intraepiteliales. Cuando éstas células se confunden y reaccionan de manera inadecuada pueden producir trastornos inflamatorios, tanto en el intestino delgado como en el intestino grueso. Entre esas enfermedades destaca tanto la Enfermedad de Crohn como la enfermedad celiaca.

La celiaquía, como explicamos en la guía 0 Gluten, es la enfermedad en la que está mejor documentada la existencia de alteraciones en las poblaciones de linfocitos intraepiteliales intestinales. Estas alteraciones se concretan en un aumento del número total de linfocitos, y éste número es el que se utiliza para determinar si hay lesión y cuál es el grado de la misma, según la clasificación Marsh. También se estudian otros elementos de la estructura de las vellosidades intestinales.

Clasificación Marsh

El estado en el que se encuentran las vellosidades marca el grado de avance de la Enfermedad Celiaca, y estos grados de lesión fueron definidos por el patólogo inglés Michael N. Marsh, tal y como recoge la guía 0 GlutenLa clasificación de Marsh indica tres grados de lesión: grado 1 infiltrativa, grado 2 infiltrativa-hiperplástica, grado 3 destructiva plana, de menor a mayor gravedad.

Por tanto, cuando hablamos de grados de celiaquía, nos referimos única y exclusivamente al grado de lesión del intestino. Esto significa que ningún celiaco es más celiaco que otro, y la más mínima cantidad de gluten provoca daño interno a nivel intestinal independientemente de que haya o no síntomas externos.

Los grados que describe Marsh en su clasificación tienen las siguientes características:

-Grado de lesión 1. La estructura de las vellosidades no está alterada pero el número de linfocitos intraepiteliales (IELs) es superior al 25%. Es la más habitual en celiacos adultos, pero el grado Marsh 1, no siempre indica una enfermedad celiaca, sino que también puede ser originada por otras enfermedades.

-Grado de lesión 2. La estructura de las vellosidades es normal, pero contiene criptas hiperplásicas (situadas en la base de las vellosidades), así como linfocitosis intraepiteliales en un número superior.

-Grado de lesión 3. Presenta un aumento del número de IELs, la hiperplasia de las criptas y atrofia de vellosidades. Esta se subdivide para distinguir el grado de atrofia en las vellosidades en parcial (3a), subtotal (3b) y total (3c).

Vellosidades intestinales: biopsia

La biopsia intestinal es una de las pruebas más relevantes para diagnosticar celiaquía. De hecho cuando existen dudas diagnósticas, la biopsia intestinal suele tener la última palabra. Los expertos recomiendan someterse a la biopsia intestinal para comprobar el grado de lesión de intestino independientemente de que la celiaquía ya esté confirmada.

vellosidades intestinales

La biopsia intestinal, como explicamos en la guía 0 Gluten, en la extracción de un pequeño trocito de la zona más superficial del intestino para detectar y analizar posibles alteraciones en la forma del mismo y en sus células. A día de hoy es la prueba definitiva para diagnosticar celiaquía, aunque en ocasiones otras pruebas la pueden confirmar (especialmente en niños). Así y todo los expertos recomiendan realizarla aunque la celiaquía esté confirmada para identificar el grado de lesión del intestino propio de los celiacos.

A pesar de que la biopsia intestinal es una prueba invasiva, no es dolorosa ya que se somete a sedación al paciente. La prueba, que forma parte del estudio histológico de la enfermedad celiaca,  consiste en introducir un endoscopio, un tubo flexible, por la boca del paciente y recoger unas muestras para analizar. Los expertos recomiendan que se tomen en concreto tres muestras de la segunda o tercera porción del duodeno, la parte del intestino delgado que une el estómago con el yeyuno,  y una muestra del bulbo, la primera sección del duodeno. El procedimiento puede durar entre 30 y 45 minutos.