Playa Hoteles: unas vacaciones sin gluten y sin preocupaciones

Se acercan las vacaciones y a los celiacos nos toca trabajo extra: investigar a fondo destinos para descubrir qué opciones sin gluten nos esperan en ellos. Y una parte fundamental de esa investigación es la de escoger un alojamiento adecuado. Los hoteles del grupo Playa Hoteles, pertenecientes a Senator, nos proporcionan todo lo que el celiaco necesita de vacaciones: desayunos, comidas y cenas sin gluten y con todas las garantías que ofrece su colaboración desde hace muchos años con la Federación de Asociaciones de Celiacos de España.

Y estamos muy seguros de lo que decimos porque lo hemos vivido de primera mano en el Playacálida Spa Hotel de Almuñécar, en Granada. Sus responsables se pusieron en contacto con nosotros hace unos meses y nos invitaron a conocer en uno de sus hoteles, el protocolo que utilizan para dar servicio a los celiacos.

¿Cómo viaja un celiaco?

Siempre defendemos que la celiaquía no debe impedirnos viajar y disfrutar en vacaciones igual que los demás, pero siempre hay que hacerlo con una planificación previa. Es necesario que hagamos una investigación sobre ese destino que tanto nos gusta para ver qué opciones de alojamiento hay, qué supermercados, qué restaurantes, qué vamos a desayunar, a comer, a cenar… y además que todo ello nos ofrezca las máximas garantías de seguridad. Viajar sin gluten es sencillo, pero requiere esa labor de planificación.

Y todo ello es lo que nos ofrecen los Playa Hoteles de Senator.

En el Playacálida Spa Hotel, a nuestra llegada, nos presentaron a los responsables de cocina que durante toda nuestra estancia estuvieron muy pendientes de nuestros gustos y necesidades. José Luis, el jefe de cocina nos explicó que aunque había cosas del buffet que podíamos tomar, siempre preparan la comida para los celiacos en cocina para evitar el riesgo de contaminación cruzada. También tienen en la sala una zona de «Cocina en vivo» donde también ofrecen opciones sin gluten y sin riesgos.

Así que lo que hace un celiaco en los Playa Hoteles, es pedir aquello que quiere desayunar, comer o cenar, de un servicio para otro. Es decir, después de desayunar, hablamos con el jefe de sala, Jorge, y le decimos de entre varias opciones qué nos apetece comer. Después de la comida, le decimos lo que queremos cenar y después de cenar, lo que queremos desayunar al día siguiente.

Como celiaca, jamás había vivido una situación así. Normalmente cuando sales de casa (además de buscar en la App Celicidad), tienes que hacer mil preguntas y muchas veces conformarte con las pocas opciones que se pueden encontrar. Otras tantas veces te encuentras con lugares que dicen que son sin gluten, pero la contaminación cruzada campa a sus anchas libremente… Poder alojarte y despreocuparte de aquello que más nos preocupa en nuestro día a día es todo un regalo. Y más, si viajas con niños, porque además de olvidarte de sus comidas, también les vas a tener entretenidos disfrutando de piscinas, toboganes, actividades etc.

Desayunos sin gluten

Uno de los momentos que más disfruto a diario es el del desayuno. En casa está todo controlado, pero fuera de ella es quizás lo más complicado de conseguir. Y como soy muy de costumbres, el primer día pedí para desayunar unas tostadas con tomate. Me recomendaron probar también los croissants. Y sabían por qué lo recomendaban. Exquisitos.

Después de reposar el desayuno en la infinity pool del hotel con vistas al mar y a Almuñécar, llegó la hora de la comida. Por la mañana le dijimos al jefe de cocina que nos podía sorprender con lo que quisiera y nos preparó una deliciosa paella de pescado y marisco que rematamos con unos crepes con nocilla. Casi nada.

Para la cena, nos volvimos a dejar asesorar por José Luis, que para algo manda en la cocina. Nos recomendó probar la lasaña -sí, sí, lasaña- y nos ofreció una de carne y otra de verduras con espinacas. Las pedimos ambas sin gluten para que yo pudiera probar las dos y bueno, al final cené más que Juan. Pero es que no todos los días tienes esos platos sin gluten delante, verdad? Los celiacos tenemos que aprovechar cada ocasión! 😉

Al día siguiente sorpresón para desayunar. Además de mis tostadas con tomate, para las que utilizaban un pan estupendo, Jorge, el jefe de sala, me trajo churros con chocolate. En momentos así te sale la celiaca temerosa que llevas dentro y si hubiera estado en otro lugar le habría preguntado 3 ó 4 veces a Jorge si realmente eran sin gluten. Pero estando en el comedor del Playacálida me limité a disfrutar de un desayuno increíble.

Es muy complicado decir qué es lo que más nos gustó de nuestros días en este hotel. La calidad de la comida, junto con la seguridad que ofrece es algo excepcional para nosotros que nos permite relajarnos totalmente. Y de eso se tratan las vacaciones, ¿no?

Un hotel perfecto para celiacos

El convenio que Playa Hoteles tiene con FACE desde hace años les convierte en hoteles perfectos para celiacos y sensibles al gluten. Pero además es fundamental que todo lo demás acompañe, y en este caso lo hace.

El hotel está pensado para que nos relajemos y participemos también en las actividades que realizan todos los días. Desde animación en la piscina a aquagym, actividades para niños, bares, bares nocturnos, varios restaurantes, spa, gimnasio y unas piscinas increíbles para pequeños y adultos.

A nosotros nos gustó especialmente su infinity pool, un lugar perfecto para tomar el sol y darnos uno (y mil) relajantes baños mientras contemplas el mar y Almuñécar.

Volveremos seguro. Si queréis difrutar de unas vacaciones sin gluten sin preocuparos por la comida, por la seguridad y por la calidad, lo tenéis muy fácil: escoged entre todas las opciones que ofrece Playa Hoteles, de Senator y olvidaros de preocuparos por la comida gluten free!

Tenéis un montón de destinos para escoger. Los encontráis aquí y en la App Celicidad.

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