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El Dr. Francisco Barro pertenece al grupo de genómica funcional del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Junto con su equipo de investigadores ha desarrollado un trigo que tras sustraerle determinados genes se le consigue eliminar la parte tóxica, la gliadina,  que daña a los celiacos. 

El Dr. Barro participó recientemente en el VI Simposio de Enfermedad Celiaca que tuvo lugar en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Escucha la entrevista con el Dr. Barro, aquí.

Barro desarrolla su trabajo en el campo de la mejora genética vegetal y ha conseguido desarrollar una variedad de trigo que sería «apta para celiacos». «Cuando regresé de mi experiencia en Inglaterra buscando financiación para llevar a cabo un proyecto, las palabras trigo, gliadina y celiaquía no dejaban de aparecer mientras repasaba bibliografía, así que decidí arrancar este proyecto cuyo objetivo es eliminar la gliadina, la parte tóxica del trigo para los celiacos», señala Barro.

Y es que el gluten es un conjunto proteínico vegetal, compuesto por gliadina y glutenina que se encarga de dar elasticidad a las masas. Además resulta muy económico por lo que es muy utilizado por toda la industria alimentaria. El gluten resulta una sustancia inocua, pero en el caso de los celiacos el sistema inmunitario lo confunde con un enemigo y reacciona ante su ingesta provocando lesiones en las vellosidades intestinales.

Así celiacos, sensibles al gluten y alérgicos debemos eliminar el gluten de nuestra dieta de forma estricta y de por vida. Y el trigo es uno de los cereales, junto con la cebada, el centeno y sus derivados, que contienen esta proteína.

Barro ya había trabajado anteriormente en el campo de la ingeniería genética de los cereales, y por eso se decidió a tratar de eliminar las gliadinas, «que son las responsables de la enfermedad celiaca, así que nos propusimos eliminar la gliadina del trigo pensando en el beneficio que supondría para las personas celiacas», apunta el experto.

Las gluteninas, señala Barro, «son más sencillas y están relacionadas con la calidad panadera. Son las encargadas de darle esponjosidad, elasticidad, etc. Las gliadinas tienen una menor importancia en la calidad panadera pero son las responsables de disparar la celiaquía».

trigo transgénico sin gluten

Obtener trigo sin gliadina  era un desafío total, tanto desde el punto de vista social, como desde el punto de vista tecnológico. «Iniciamos un proceso de investigación basado en la interferencia en el ARN, una tecnología muy puntera en aquellos años y que consistía en mandar al trigo unas señales identificando qué gliadinas había que eliminar, y la propia maquinaria celular del trigo se encargaría de degradar estas proteínas y eliminarlas para que no estuvieran presentes en el trigo. Hablamos por tanto de ingeniería genética«.

A día de hoy el trigo sin gliadina ha sido patentado pero la situación «es complicada porque para obtener estos resultados necesitábamos utilizar organismos modificados genéticamente y a día de hoy en Europa existe un gran problema en este aspecto», señala Barro.

El trigo obtenido fue probado primero in vitro con unos resultados favorables y después se ha probado en humanos en un ensayo clínico y hasta ahora todo es positivo.

El Dr. Barro destaca las ventajas del trigo transgénico sin gliadinas, «para empezar estamos viendo en los estudios con personas celiacas y sensibles al gluten que hay una tolerancia bastante buena, además permitiría obtener panes para celiacos muy parecidos a los panes elaborados con el trigo normal y además no tiene por qué ser más caro, se trataría de un cultivo como el del trigo normal, no debería tener más costes», concluye.

Fuente: Celiacos en Directo/ Asociación Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid Foto: Fundación Antama