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Una duda muy frecuente y sobre la que aún no hay un consenso unánime es cuándo introducir cereales con gluten en la dieta de los pequeños. Las recomendaciones han cambiado con los años y aún a día de hoy no hay un mismo criterio.

 

Hasta los 5 ó 6 meses de vida de los pequeños, éstos no tienen aún un sistema digestivo suficientemente fuerte para digerir sólidos, con lo cual la introducción de los sólidos y por tanto de los cereales, se hará siempre bajo las indicaciones del pediatra y siempre en la medida que éste indique. Y como el gluten (qué es el gluten?) es una proteína de por sí difícil de digerir, se opta por comenzar con los cereales sin gluten.

Los cereales más habituales para los bebés que no llevan gluten son arroz, maíz, … Los podemos encontrar en casi todos los supermercados y farmacias. Son alimentos muy nutritivos que siguen unos procesos de elaboración determinados para que sean más fáciles de digerir. Contienen minerales, vitaminas, hidratos de carbono…todos los nutrientes que los pequeños necesitan. Además al pasar a comer cereales los pequeños se saciarán antes, son alimentos mucho más consistentes.

El momento de introducir cereales con gluten se va a producir siempre bajo la recomendación del pediatra. Durante muchos años se recomendaba retrasar la introducción de estos hasta los 9 meses, aproximadamente, para intentar prevenir la enfermedad celiaca. Los resultados no han sido positivos. No se ha mostrado una relación entre introducir los cereales con gluten a esta edad y evitar el desarrollo de la celiaquía (qué es la celiaquía?). La recomendación por tanto de introducirlos de golpe a los 9 meses ha sido sustituida por otra: introducir cereales con gluten entre los 4 y los 7 meses y hacerlo de una manera progresiva, por ejemplo, triturar una galleta en la papilla, y poco a poco aumentar la cantidad de galleta triturada. Aún se investiga si esta opción puede ayudar a prevenir el desarrollo de la celiaquía, pero de lo que sí hay datos es de que las recomendaciones anteriores no tenían efectos positivos (aunque tampoco negativos demostrados).

Como con tantas otras cosas relacionadas con la celiaquía aún se está investigando, por lo que conviene extremar precauciones especialmente cuando la madre es celiaca o hay otros antecedentes de celiaquía en la familia. Lo ideal sería que un niño que puede ser celiaco no entre en contacto nunca con el gluten hasta confirmar o descartar el diagnóstico de celiaquía.

Algunos doctores recomiendan ir introduciendo el gluten poco a poco a partir del año siempre y cuando se siga amamantando al bebé, otros son de la opinión que es mejor introducirlos más adelante, cuando el pequeño es más fuerte para recibir gluten en caso de que éste le pueda hacer daño. Las opiniones son diferentes y aún se está estudiando. Lo más recomendable es consultarlo siempre con el especialista, ser prudente y estar muy atento a todos los signos que presente el pequeño para corregir conductas que puedan estar hacerle daño.

 


Este texto es informativo, se recomienda siempre consultar con el especialista.

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