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La primera prueba de celiaquía que se suele realizar cuando el profesional sanitario sospecha de la enfermedad es una serología. Se trata de una prueba muy importante que se hace a través de un simple análisis de sangre y que nos permite continuar con el proceso diagnóstico en caso de que resulte positiva. Ahora bien, en ocasiones puede ser negativa y si la sospecha clínica es alta, habría que seguir haciendo pruebas. Entre esas pruebas está también la prueba genética de celiaquía. La Dra. Nuria Valdeolivas, de Melio, nos habla en el episodio 59 de Onda Celicidad de estas dos pruebas.

 La enfermedad celiaca es sistémica y de base autoinmune, de ahí que la prueba serológica -los anticuerpos- aporten información tan importante para su diagnóstico. «Los anticuerpos o inmunoglobulinas son unas proteínas que genera el cuerpo, de manera resumida, para defenderse de diferentes factores o de diferentes agentes que considera dañinos», apunta la Dra. Valdeolivas.

 

 

 

pruebas de celiaquia

En concreto en Melio «medimos los anticuerpos IGA Anti Transglutaminasa, porque son muy sensibles; la sensibilidad de una prueba define la probabilidad de que una prueba sea positiva si el paciente está enfermo. Es decir, estos anticuerpos se elevan en muchos pacientes celiacos, pero no podemos olvidar que pueden elevarse sin enfermedad celiaca».

Por otro lado también en su prueba serológica de celiaquía, miden los anticuerpos Anti Endomisio IgA «porque estos anticuerpos contrariamente a los anteriores, son muy específicos de la enfermedad celiaca. Es decir, si son negativos es muy probable que el paciente sea sano, no tenga en este caso enfermedad celiaca».

En ambos casos miden la IgA «porque se ha observado en celiacos déficit de esta inmunoglobulina y además de medir estos anticuerpos, medimos también el total de anticuerpos IgA y si vemos déficit selectivo de estos, medimos entonces también la IgG de ambos anticuerpos», explica la experta de Melio.

La Dra. Valdeolivas explica también en la entrevista cuáles son los signos de alarma que nos deben llevar a consultar con el médico, «siempre se ha estudiado la celiaquía en pediatría, asociada a niños que no cogían peso, no crecían, tenían distensión abdominal, anemias, diarreas, estreñimiento, etc. A día de hoy sabemos que también hay manifestaciones extradigestivas, y siempre conviene cuando observamos algunas de estas manifestaciones descartar que no haya una celiaquía detrás», afirma.

Respecto a la prueba genética de enfermedad celiaca, la Dra. Valdeolivas destaca su importancia de cara a descartar el diagnóstico, «cuando es negativa, mientras que si es positiva, recomendamos que sigan haciendo pruebas», apunta.