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La Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid (ACySG) ha otorgado el Premio a la Investigación en Enfermedad Celiaca a investigadores de la Universidad de Sevilla que tratan de encontrar marcadores genéticos complementarios a los habituales que contribuyan a aumentar la capacidad predictiva del estudio genético de la enfermedad celiaca.

El premio, comunicado el año pasado y entregado hace unos meses, contribuirá a impulsar una de las líneas de investigación sobre las que más se está trabajando en la actualidad, la epigenética.  La investigación premiada recibe el nombre de Estudio epigenético de la enfermedad celíaca. Nuevos métodos diagnósticos y de seguimiento de la dieta sin gluten, y está siendo liderado por el Dr. Manuel Romero. (Intercentro Hospitales Universitarios Virgen Macarena – Virgen del Rocío, Sevilla).  El estudio desarrollado desde Sevilla se centra en encontrar nuevos marcadores, más allá de los que se estudian habitualmente, que puedan estar asociados a la enfermedad celiaca.

La celiaquía es una enfermedad de base inmunológico que requiere de predisposición genética para poder desarrollarse. La genética juega un papel fundamental sin el cual no podemos hablar de celiaquía, aunque también hay factores ambientales que influyen en que la enfermedad se desarrolle, pero sólo influyen si existe esa predisposición genética que es una de las pruebas de diagnóstico de celiaquía más importantes.

Los genes vinculados con la celiaquía y estudiados habitualmente, pertenecen al sistema HLA, y son el DQ2 y el DQ8 principalmente (también el Half DQ2). El primero de ellos aparece en un 95% de los pacientes que desarrollan celiaquía, mientras que el segundo está presente en aproximadamente el 5%. Sin embargo un porcentaje muy pequeño de celiacos, no presentan ninguno de estos dos marcadores, y sin embargo sí son celiacos. Además, un 30% de la población sana también cuenta con estos genes y sin embargo no desarrollan celiaquía.

Estudios recientes del genoma humano hablan de una gran cantidad de genes implicados en el desarrollo de la celiaquía, y actualmente hay varias investigaciones en marcha para descubrirlos. El estudio premiado se centra en la búsqueda de marcadores adicionales que están alojados fuera de los genes, es decir, lo que normalmente se conoce como «ADN basura», nos explica en nota de prensa desde ACySG, el Dr. Juan Ignacio Serrano Vela.  A estas regiones se les atribuye una función reguladora de la expresión génica, ya que determinan qué genes se expresan y cuáles no en cada tejido y en cada momento, o con qué intensidad lo hacen.

Los mecanismos que regulan la expresión génica son el objeto de una nueva disciplina conocida como “epigenética”, que estudia los cambios que se producen en el ADN basura que afectan a la manera en que se expresan los genes. Así se explicaría, por ejemplo, que dos individuos que comparten la misma variante de un gen que predispone a una determinada enfermedad, presenten diferencias en el ADN basura que provocan que uno desarrolle finalmente la enfermedad y el otro no.

Estas modificaciones pueden ser consecuencia de factores ambientales. En humanos se han detectado diferentes patrones de expresión de ciertas variantes miRNA en biopsias duodenales de pacientes celíacos en comparación con sujetos sanos. Estas variantes pueden además detectarse fácilmente en sangre, y de hecho ya se ha hecho con éxito en el caso de la enfermedad de Crohn, lo que permite disponer de un marcador adicional para esa enfermedad. En este trabajo se plantea analizar en sangre los miRNA que ya han demostrado su asociación con la EC en estudios preliminares, con el objeto de aportar un marcador diagnóstico adicional que permita además monitorizar el correcto seguimiento de la dieta sin gluten, explica Serrano Vela, de ACySG. 

El papel de la genética en la celiaquía

 La celiaquía es una enfermedad que requiere de una determinada predisposición genética para llegar a desarrollarse. Es decir, para que haya un diagnóstico certero de celiaquía, el individuo debe presentar unos determinados genes del sistema HLA (DQ2, Half DQ2 y DQ8 principalmente), como explican desde el laboratorio genético Genyca.
pruebas diagnósticas de celiaquia
De ahí que la prueba genética de celiaquía sea tan importante para realizar un diagnóstico correcto, aunque no suficiente. Y es que el 30% de la población presenta esta genética y sólo un 1% desarrolla la enfermedad celiaca. Es decir, es una prueban fundamental, pero por sí sola no sirve para diagnosticar enfermedad celiaca.
Y es que el diagnóstico de celiaquía es complicado en ocasiones y además de una clínica muy variada y difusa (que además depende de cada etapa de la vida), es necesario realizar una serología de anticuerpos, la prueba genética, una biopsia intestinal (en niños a veces se puede evitar) y comprobar que hay una respuesta positiva a la dieta sin gluten.