El Iceberg Celiaco es el nombre que recibe la representación gráfica de la incidencia de la celiaquía a nivel mundial. Sobre la línea del agua se encuentran los casos diagnosticados, bajo el agua, están los que aún quedan por diagnosticar, la inmensa mayoría.
El Iceberg Celiaco es una forma muy útil y gráfica de explicar la situación actual de la celiaquía, uno de los trastornos crónicos más comunes en los países desarrollados con una cifra de diagnósticos mucho más baja que la incidencia real. Según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) en España podría haber más de 450.000 celiacos, y entre un 80 y un 85% están aún por diagnosticar.
De ahí la idea perfecta del Iceberg Celiaco. Los casos diagnosticados, entre el 15 y el 20% de los casos totales, representan la zona que se encuentra sobre la superficie. Se trata de casos que han presentado una sintomatología clásica y evidente, que ha llevado a los especialistas a comenzar las pruebas de diagnóstico que finalmente han confirmado la E.C. Por debajo de la línea del agua está el resto de la población celiaca que presenta celiaquía en su forma silente o asintomática, es decir, que o no presentan síntomas o los que presentan no han llevado a los médicos a sospechar de una E.C.
También está la celiaquía potencial, personas con genética compatible, pero que presentan una mucosa intestinal sana. Con el tiempo acabarán desarrollando lesión en el intestino, independientemente de que tengan o no síntomas.
El objetivo, como nos explicaba hace unos meses la Dra. Concepción Núñez, es ir haciendo más visible la punta del iceberg, «que los casos vayan acercando más la cifra de diagnósticos, a ese 1% de población con celiaquía que sabemos que hay en España».
Según la Fundación Convivir, por cada caso diagnosticado hay entre 5-10 casos por diagnosticar en los países desarrollados, casos que no se diagnostican por presentar síntomas muy diferentes a los clásicos y por «el desconocimiento de parte de los profesionales médicos en materia de celiaquía».
El Iceberg Celiaco es dinámico: hay casos que si en un determinado momento no son diagnosticados, con el paso del tiempo pueden llegar a serlo a consecuencia del deterioro clínico de la persona celiaca no diagnosticada.
Pero además se sabe que el Iceberg Celiaco es dinámico. Es decir, hay casos que si en un determinado momento no son diagnosticados, con el paso del tiempo pueden llegar a serlo a consecuencia del deterioro clínico de la persona celiaca no diagnosticada. El carácter dinámico del Iceberg Celiaco fue estudiado por un equipo de científicos finlandeses hace unos años. El estudio seleccionó un total de 3.654 niños en edad escolar a los que realizó un estudio serológico en 1994 que dio como resultado 0 casos de celiacos. Siete años después, en 2001, se les realizó la misma prueba y ésta fue positiva para un total de 56 niños, de los que 27 resultaron ser celiacos (según demostró la biopsia). En ese período de siete años ya habían sido diagnosticados 10 niños (de los 56) debido a que comenzaron a manifestar síntomas.
En la actualidad, desde las distintas asociaciones de celiacos, se trabaja para fomentar la formación de los profesionales de atención primaria para que tengan más conocimientos sobre celiaquía y se estudien más casos que no presentan una sintomatología clásica, especialmente en adultos. Sin embargo, la representación del Iceberg Celiaco, sigue siendo muy similar a la de hace unos años, se sigue diagnosticando poco.
Desde la Fundación Convivir señalan que son muchos los argumentos a favor de screenings masivos en la población, entre ellos la condición tan común de la celiaquía en los países desarrollados, su difícil diagnóstico cuando no se presentan síntomas clásicos, y las complicaciones que pueden generarse si no se diagnostica de forma temprana.
Las consecuencias de no diagnosticar celiaquía a una persona celiaca son claras: peor calidad de vida y desarrollo de otras enfermedades asociadas, como osteoporosis, fibromialgia, diabetes, y en casos extremos linfomas.
El sistema del pinchazo en el dedo
El Iceberg Celiaco sigue siendo una realidad y un problema de salud pública, y precisamente para intentar que la punta de este Iceberg Celiaco sea cada vez más amplia, la Universidad de Granada ha presentado un nuevo sistema para intentar descubrir celiaquía silente en niños de entre 2 y 4 años.
La noticia saltó a los medios la semana pasada. El sistema de la Universidad de Granada sirve para detectar y medir los anticuerpos en niños de hasta 4 años. Una vez que se obtienen los resultados, en caso de que sean positivos habría que realizar otras pruebas diagnósticas para confirmar la celiaquía.
El sistema creado por la Universidad de Granada, es una excelente noticia, pero no diagnostica celiaquía, tal y como han titulado (mal) los medios de comunicación.
Es una excelente noticia porque es un sistema rápido y no invasivo que puede ayudar a dar con diagnósticos que podrían pasar desapercibidos por darse en niños aparentemente sanos, es decir, que o no presentan síntomas, o que los que presentan son tan leves que no han despertado sospecha en sus pediatras ni en sus padres.
Pero es importante explicar que el sistema no diagnostica celiaquía, tal y como han titulado (mal) los medios de comunicación. El sistema de la Universidad de Granada es una excelente herramienta para detectar posibles casos de celiaquía. Pero un niño puede ofrecer resultados negativos porque aún no ha desarrollado la enfermedad, y desarrollarla en unos años.
El estudio llevado a cabo por la UGR permitió detectar a seis niños celiacos de 198 estudiados, cuando todos ellos eran asintomáticos o con síntomas menores imperceptibles que no habían llevado a consultar con su pediatra por este motivo. La confirmación de ese diagnóstico se hizo después en la unidad de Gastroenterología Infantil del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, donde se procedía a la realización de endoscopia y toma de biopsia en esos seis casos con anticuerpos positivos.
FUENTE: Fundación Convivir
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