2- El Pato (Cala de En Bosch, Ciudadela)
Después de tirarnos la mitad del día en La Vall, una bonita playa del norte de la isla, muy cerca de Ciudadela, y con un hambre voraz como ese que sólo el mar y el sol dan… nos pegamos una duchita y directos al restaurante El Pato, en la urbanización de Cala en Bosch, también en Ciudadela. Se trata de un lugar totalmente diseñado para el turismo extranjero, y allí cenamos tan felices rodeados de celiacos y con vistas al lago de Cala en Bosch. La carta nos llamó la atención porque es inmensa, después nos dimos cuenta que los demás restaurantes aptos tenían cartas igual de extensas, así que comenzó una tarea que hace años ni si quiera podíamos soñar con ella: elegir platos de la carta. No sabía qué pedir. Me encanta esa sensación. Tenía claro que mientras decidía quería una cerveza, fue mi primera elección. Y luego dudas… pedimos algo para compartir, venga va, algo ligerito…una ensalada con queso de Menorca, vale que no es lo más ligero del mundo, pero las vacaciones son para disfrutar…así que nada de remordimientos. Y detrás una Pizza Holiday, por todo lo alto: cebolla, champiñones, pollo y deliciosa salsas barbacoa. La masa era fina, crujiente y suave, muy lograda. Le preguntamos al camarero por ella, nos explicó que un obrador experto se las hacía sólo para ellos. No nos dijo el nombre del obrador, pero enhorabuena, de las mejores que he comido en años. En cuanto al precio, sobre 40 euros con unas pechugas de pollo rellenas para el no celiaco, varias cervezas y dos cafés. Estupenda relación calidad precio.
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