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Según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España, actualmente en nuestro país, se calcula que unas 450.000 personas son celiacas,  es decir, el 1% de la población, con una mayor prevalencia en mujeres, 2:1. De ese 1% el 75% está aún sin diagnosticar, sin embargo en los últimos años, gracias a los nuevos métodos de diagnóstico y a los avances en el conocimiento científico y médico los casos de celiaquía y de sensibles al gluten no dejan de aumentar.

Otros datos interesantes que aporta FACE, es que el 20% de los casos que se diagnostica actualmente se da en pacientes de más de 60 años. Dentro del grupo de adultos, el 75% de los casos diagnosticados son mujeres con un pico de máxima incidencia en aquellas que están dentro de la franja de los 30 años.

En los últimos años también se ha llegado a un consenso que clasifica la enfermedad celiaca en distintos tipos, con lo que esto es un factor más que explica el motivo por el cuál aparecen más casos diagnosticados. Celiaquía clásica, celiaquía latente, potencial y refractaria son los casos más habituales, y según FACE, aproximadamente un 50% de las personas pueden desarrollar el tipo latente. Evidentemente los síntomas son diferentes en función del tipo de celiaquía y también de la edad del paciente, pero en cualquiera de los casos, el tratamiento es el mismo, dieta exenta de gluten de por vida.

La sensibilidad al gluten

La sensibilidad al gluten no celiaca es una patología relativamente moderna y de difícil diagnóstico. Los pacientes con sensibilidad al gluten han realizado las pruebas específicas para descartar tanto la celiaquía en cualquiera de sus formas como la alergia al trigo, sin embargo notan mejoría cuando dejan de consumir gluten.

Se estima que un 6% de la población podría ser sensible al gluten

En cuanto a los síntomas, señalan los expertos, también difieren de la celiaquía. Suelen ser manifestaciones no digestivas, y los más habituales están relacionados con dolores articulares, pérdida de peso, fatiga crónica, alteraciones del comportamiento, etc. También la genética es diferente, sólo el 50% de los pacientes con sensibilidad al gluten presenta proteínas de riesgo de enfermedad celiaca.

Al final, es un diagnóstico, casi, por descarte. Tras las correspondientes pruebas, el paciente mejora cuando retira el gluten de su dieta, y vuelve a empeorar cuando lo reincorpora. El tratamiento, por tanto es el mismo que el del celiaco, dieta sin gluten de por vida. La sensibilidad al gluten es una nueva patología que está siendo objeto de estudio en la actualidad por diversos motivos, entre ellos, su origen desconocido.

Según los datos anunciados en el XVI Simposio Internacional de la Enfermedad Celiaca celebrado en Oslo en 2011, un 6% de la población puede padecer esta patología, es decir, 1 de cada 17 personas es sensible al gluten y muchos casos están aún por diagnosticar.

Al final, como ocurre siempre, los diversos síntomas que producen tanto la celiaquía en cualquiera de sus formas, como la sensibilidad al gluten, despistan a los especialistas, aunque ante el incremento evidente de ambas patologías en los últimos años, cada vez los profesionales sospechan antes y ponen en marcha antes todo el mecanismo necesario para diagnosticarlas.


Fuente: FACE