Capítulo 1

“Hola, Soy Lorena y soy Celiaca”. Parece mi carta de presentación cada vez que llego a algún lugar o conozco a alguien, pero ineludiblemente la celiaquía forma parte de mi vida y si no es de los primeros temas que surgen en cada conversación, no tardará en salir. Supongo que les pasará también a los pelirrojos o la gente de 2’10 metros; pues yo, soy Celiaca.

La primera vez que escuché la palabra celiaquía fue en boca de mis padres. Era el año 1997, yo tenía 14 añitos y pesaba unos 42 kilos más o menos.

Después de la enésima gastroenteritis que sufría en el último año y de la que no acababa de recuperarme, por fin mi pediatra me derivó a digestivo. Y allí una joven médico recién salida de la facultad lo vio claro. Aproximadamente un par de semanas después mis padres llegaban a casa súper asustados, tenían una hija celiaca y no tenían ni la más mínima idea de lo que significaba eso.