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Ya no comemos como antes ¡Y menos mal! . Así titula la farmacéutica, divulgadora y experta en seguridad alimentaria, Gemma del Caño su primer libro. En él la autora recoge algunos de los bulos más extendidos en alimentación y los desmiente con argumentos basados en la evidencia científica actual, mientras hace un repaso a la historia para ver cómo surgen estos mitos y cómo han llegado hasta nuestros días. Hablamos con ella en el episodio 28 de Onda Celicidad.

«El título del libro es una frase de mi abuela Pepita, que cuando alguien le decía que ya no se comía como antes, ella decía: y menos mal», explica Del Caño. Y es que «antes comían lo que tenían, no había muchas opciones». Y no solo eso, sino que «nunca hemos tenido más seguridad en los alimentos como ahora», explica la experta en seguridad alimentaria.

Del Caño, cuenta en su blog «es un soldado imperial a las órdenes del Imperio de la Alimentación» y a través de su blog, sus redes sociales y ahora también de su libro, nos desvela algunos de los secretos de la industria alimentaria. «Es importante que la gente sepa que la industria alimentaria ha evolucionado muchísimo para garantizar que todos los productos que llegan al supermercado son inocuos, pero eso no quiere decir que sean sanos, eso depende de nosotros, de nuestro criterio», afirma.

«A veces, nos centramos en eso que hemos oído que se supone que no es bueno, un aditivo por ejemplo que son totalmente seguros, y perdemos el foco de lo que realmente estamos comiendo. Es muy importante que tengamos esto claro».

Y es que los bulos y mitos en alimentación están a la orden del día. «En parte es culpa nuestra porque nunca hemos sido, la industria alimentaria, transparentes con nuestros procesos. Pero es que antes a la gente no le interesaba porque había los productos que había y no querían saber más. Ahora la gente se preocupa sobre lo que come y es muy importante que sepamos distinguir entre el bulo y la realidad».

Algo que no es nada fácil, «el bulo siempre tiene algo de realidad, es así como se hace creíble, si fuera absurdo no nos lo creeríamos… y hay bulos sobre tantos alimentos…En el libro trato de desmentir algunos de los más habituales explicando algunos procesos y haciendo un repaso histórico por la evolución de cada producto o alimento», afirma.

Los mitos del gluten

Uno de los capítulos de Ya no comemos como antes ¡y menos mal!, está dedicado íntegramente al gluten. «Desde hace unos años se ha demonizado a esta proteína, cuando sabemos que causa daño a un colectivo de personas muy concreto», afirma.

A la dieta sin gluten, se le atribuyen «características que no son ciertas y es importante que las personas con celiaquía o sensibilidad al gluten se informen para hacer una dieta lo más saludable posible y sin errores».

Explica también Del Caño, que la industria «no se la juega con las trazas y el etiquetado. Tenemos reglamentos que nos obligan a indicar alérgenos cuando se usan como ingredientes, sin embargo las trazas no son obligatorias, las pongo yo. Pero en calidad no nos arriesgamos a no indicar trazas si existe riesgo porque no queremos problemas, obviamente: es lo que denominamos el etiquetado precautorio», asegura.

En la industria alimentaria «nos tomamos muy en serio las cosas respecto al gluten. Los trabajos de limpieza son muy exhaustivos y cerramos fábricas enteras para elaborar los productos con seguridad», afirma. El actual reglamento 828/2014 «permite etiquetar productos como sin gluten siempre que estos estén por debajo de las 20 ppm, y ahora mismo estamos utilizando test que nos indican cantidades incluso por debajo de las 3 ppm. La industria ha cambiado mucho y aunque aún quedan cosas por mejorar en la industria sin gluten, hay una gran avance», afirma.

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Ya no comemos como antes ¡y menos mal!

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