Con una cifra más elevada de celiacos, en Cangas del Narcea, los restauradores están plenamente concienciados con el tema y adaptan la deliciosa gastronomía del lugar, en este caso asturiana, a las restricciones de nuestra dieta. Muchos son los restaurantes y bares que tienen opciones para nosotros. Hoy conocemos a fondo, La Ruta, en la Calle Mayor, 16.
Ubicado en el corazón de Cangas, La Ruta lleva cuatro años bajo la dirección de Jesús Rolo, que desde el principio tuvo muy claro que quería dar servicio a los celiacos. «Aquí en Cangas, hay que hacerlo sí o sí. No tenemos a nadie en la familia con celiaquía, pero la conocemos a fondo, es raro que en una mesa de ocho personas no haya como mínimo un celiaco«.
Por eso toda la carta es libre de gluten (a excepción de las croquetas), incluso las especialidades de la casa, los arroces con marisco, con bogavante y con carrillera que presiden las mesas del restaurante una noche sí y otra también. Pero la carta es amplia y a un celiaco se le van los ojos mientras saliva leyendo las numerosas opciones que van desde las ensaladas más simples, a las más elaboradas, como la templada de gulas y vieiras, desde la tabla de quesos a los chipirones a la plancha o al ajillo, los langostinos tigre con mayonesa de cítricos, la presa ibérica, el cachopo, los cachopines de picadillo, los arroces y por supuesto su postre estrella: el arroz con leche casero, un manjar que hay que probar en esta tierra.
Además por supuesto, tienen pan, te lo sirven calentito y si quieres refrescarte tienes también cerveza. Lo de la cerveza es un lujo. Sentarse en una terraza, pedirla sin tener que dar ningún tipo de explicación y que la acompañe una tapa apta. Son cosas que pasan en muy pocos sitios, y éste es uno de ellos.
La cocina de la Ruta está diseñada a prueba de celiacos, con una freidora independiente para nuestras patatas, con una meseta independiente para nuestros platos, con cubiertos diferentes también y con todo el cuidado de un equipo concienciado que nota como cada vez más celiacos acuden a su mesa. «En los últimos años ha crecido mucho, también es cierto que está muy de moda, pero cada vez hay más celiacos en Cangas», señala Jesús, afirmando que una vez que aprendieron cómo manejar una cocina para celiacos y no celiacos «no resulta especialmente complejo, es cuestión de tener cuidado con la contaminación y saber qué podemos ofrecer y qué no. Al principio sí resulta complicado porque son muchas cosas las que hay que tener en cuenta, pero ahora funciona muy bien y estamos encantados de poder ofrecer este servicio».
Alejandro Pérez, uno de sus camareros, es experto en el tema ya que tiene varios familiares celiacos. «Sé lo que es la enfermedad porque la he vivido de cerca desde pequeño, sé qué precauciones hay que tener en cuenta en todo momento, incluso cuando una persona celiaca se sienta al lado de otra que no lo es, y siempre procuramos darles el mejor servicio, porque no es que un plato salga mejor o peor, es cuestión de salud». Alejandro asegura que cada vez son más los celiacos que acuden a La Ruta, «saben que aquí no tienen que estar explicando qué es la celiaquía, qué pueden comer, qué no. El momento de soltar el discurso de la celiaquía aquí se lo ahorran», señala.
Además en La Ruta son también expertos en vinos, y entre sus numerosos caldos se encuentran los de la Denominación de Origen Protegida Cangas, que incluye cinco bodegas que en los últimos años han trabajado muy duro para sacar grandes caldos al mercado y demostrar que también en Asturias se hace buen vino. De hecho uno de ellos, el Albarín 7 Vidas aparecen en Los Ángeles Times como uno de los mejores vinos del mundo. Casi nada.
Y volviendo a la comida, con un equipo tan experimentado y concienciado, y una carta tan amplia y deliciosa es normal que La Ruta se haya colado ya dos veces en nuestro Ranking de los Mejores Restaurantes Sin Gluten.
Uno de mis preferidos de la zona!La ensdaala templada de hojas de espinacas, nueces y manzana es una delicia. Y la pechuga de pollo con salsa de coco hay que probarla.Muy recomendable.