Un nuevo estudio señala que las personas celiacas cuentan con unas bacterias que al digerir el gluten lo convierten en tóxico, mientras que las personas que no son celiacas, cuentan con un grupo de bacterias que acaban con la toxicidad del gluten y por eso no sufren daños.

No hace ni un mes que la noticia saltó a la prensa y lo recogimos en CELICIDAD: la forma en la que las bacterias intestinales metabolizan el gluten es diferente en celiacos y en no celiacos,  y este punto podría estar relacionado con el desarrollo de la enfermedad. Ahora, conocemos más detalles gracias al Diario de León. El estudio forma parte de la tesis del investigador leonés Alberto Caminero que dirige Javier Casqueiro desde la Universidad de León. Ahora Caminero continúa con su investigación desde el laboratorio de Elena Verdú en la Universidad de McMaster, en Canadá.  Hasta el momento, Caminero ha conseguido demostrar mediante estudios en ratones que «las bacterias de celiacos y de personas sin celiaquía degradan el gluten de una manera diferente generando o reduciendo los fragmentos tóxicos de gluten». Con este hallazgo, se abre una nueva vía que puede conducir a un tratamiento alternativo para la celiaquía, más allá del único efectivo a día de hoy, la dieta sin gluten.

Caminero destaca la importancia de encontrar un tratamiento alternativo a la dieta sin gluten, ya que a día de hoy esta proteína está muy presente en la industria alimentaria «y no siempre es fácil hacer la dieta correctamente evitando transgresiones».  El siguiente paso que dará el leonés,  «es encontrar la manera de establecer una comunidad de bacterias con la capacidad de desintoxicar completamente el gluten en los pacientes celiacos y así revertir la enfermedad».

«Las bacterias de celiacos y de personas sin celiaquía degradan el gluten de una manera diferente generando o reduciendo los fragmentos tóxicos de gluten».

La prestigiosa revista Gastroenterology  ‘recoge el artículo ‘Duodenal Bacteria From Patients With Celiac Disease and Healthy Subjects Distinctly Affect Gluten Breakdown and Immunogenicity’ en el que Caminero explica detalladamente el hallazgo de su trabajo (becado por el Canadian Institute of Health Research y la asociación Boris Family).

Los modelos de ratones con los que trabajan están libres de bacterias. «Son modelos muy costosos porque tienen que vivir aislados en burbujas sin contacto con el exterior». Los ratones fueron colonizados con bacterias degradadoras de gluten aisladas de celiacos por un lado y de personas sin celiaquía, para el estudio.  Una vez añadidas las bacterias humanas, los ratones fueron alimentados con gluten para ver qué compuestos se producían en el intestino. «Nuestros resultados muestran que las bacterias de los celiacos, las Pseudomonas aeruginosas, producen péptidos de gluten (fragmentos más pequeños de gluten) que con tóxicos para pacientes celiacos porque generan más fragmentos pequeños que atraviesan mejor la barrera intestinal y porque producen modificaciones químicas». Es decir, las propias bacterias de los celiacos son las que hacen que el gluten sea más tóxico.

El estudio continuará adelante buscando un tratamiento alternativo una vez que parece ser que se ha podido descubrir uno de los mecanismos por los que el gluten daña a las personas con celiaquía.  Sin embargo, cabe ser prudentes y pacientes y tener muy claro que de momento el único tratamiento eficaz para la celiaquía es la dieta sin gluten estricta y de por vida.

Hasta el momento, el único tratamiento de la celiaquía, eficaz a día de hoy -enero 2020 – es una dieta sin gluten estricta y de por vida.

Fuente: Europa Press, Diario de León; Gastroenterology