«Sensibilidad al Gluten / Trigo, ¿De qué estamos hablando?», es el título de la ponencia que ofreció en el Curso de Enfermedad Celiaca que organizó en La Paz la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten de Madrid, el Dr. Fernández-Bañares, miembro de la Sociedad Española de Enfermedad Celiaca (SEEC) y experto gastroenterólogo del Hospital Mutua Terrassa. Hablamos también con el Dr. Javier Molina, digestivo del Hospital Universitario de Cáceres sobre la Sensibilidad al Gluten/Trigo No Celiaca. Repasamos los síntomas, el proceso diagnóstico y el tratamiento de la Sensibilidad al Gluten/Trigo No Celiaca. 

Sensibilidad al Gluten No Celiaca: qué es

El Dr. Bañares comenzó su ponencia mostrando el aumento del consumo de productos sin gluten en los últimos años, muy por encima de los diagnósticos de celiaquía e incluso de la cifra potencial de celiacos incluyendo aquellos que no están diagnosticados. «La cifra del negocio alcanza ya los billones de dólares, por lo tanto la dieta sin gluten se ha convertido en una dieta de moda».

Esta tendencia, apunta Bañares, está relacionada también con la sensibilidad al gluten no celiaca (SGNC). «Esta entidad comienza a definirse hace unos 5 ó 10 años como un síndrome caracterizado por síntomas intestinales y extraintestinales relacionado con la ingesta de alimentos que contienen gluten, en individuos que no presentan enfermedad celiaca ni alergia al trigo». Los datos, señala el especialista, indican que a día de hoy «la edad del diagnóstico está en torno a los 40 años y que afecta a 5 mujeres por cada hombre».

Lo que aún no sabemos a día de hoy es lo que causa este síndrome. «Se habla de gluten pero no estamos seguros al 100% de que sea el gluten, por eso hay gente que prefiere hablar de sensibilidad al trigo». De hecho hay proteínas en el trigo que no son gluten, y de estas de las que más se está hablando relacionadas con este síndrome,  son los inhibidores amilasa tripsina, ATIS, que inducen activación de la inmunidad innata y pueden causar enteropatía. También se habla de los carbohidratos no absorbidos fermentables, los FODMAPs, los fructanos, también relacionados con el colon irritable. 

Para el Dr. Rodrigo y el Dr. Salvador Peña, la Sensibilidad al Gluten/Trigo No Celiaca es una «reacción al gluten -o a otros componentes del trigo- en la que no se detectan ni mecanismos alérgicos ni inmunológicos», apuntan. Se trata por tanto, concluyen, de «pacientes que mejoran con una dieta sin gluten, sin embargo no cumplen los criterios diagnósticos ni de la enfermedad celiaca ni de la alergia al trigo». 

Sensibilidad al gluten/trigo no celiaca: las publicaciones más recientes

El actual Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca, dedica todo un anexo a la Sensibilidad al Trigo/Gluten No Celiaca. Este término, indican: «se aplica a aquellas personas que presentan un conjunto de síntomas que responden claramente a la retirada del gluten, reapareciendo rápidamente tras su reintroducción, sin que se aprecie daño mucoso en la biopsia intestinal»

Ya que la celiaquía y la alergia al trigo «cursan igualmente con síntomas gluten-dependientes, estas entidades deben ser convenientemente excluidas antes de aplicar este término». 

Para el Dr. Javier Molina, uno de los mayores expertos en este campo, la Sensibilidad al Trigo/Gluten No Celiaca, «es más la pareja de baile del colon irritable que de la enfermedad celiaca». El Dr. Molina, Digestivo del Hospital Universitario de Cáceres, explica en Onda Celicidad las claves de este trastorno.

Sensibilidad al gluten/trigo no celiaca: síntomas

La Sensibilidad al gluten/trigo no celiaca se caracteriza clínicamente por producir una serie de síntomas digestivos y/o extradigestivos que aparecen a las horas de tomar gluten/trigo, según apunta el citado documento ministerial.

Los síntomas digestivos de la sensibilidad al gluten/trigo más descritos, «se solapan con los del síndrome de intestino irritable, e incluyen dispepsia, distensión y dolor abdominal y alteraciones en el hábito intestinal, tanto diarrea como estreñimiento». Además, también los pacientes pueden presentar intolerancia a la lactosa y en menor grado a la fructosa, apunta el Protocolo.

Otros síntomas digestivos pueden ser pirosis, vómitos, aerofagia y estomatitis aftosa.

Por otro lado, también puede cursar la sensibilidad al gluten/trigo no celiaca, con manifestaciones extradigestivas de lo más variadas. Las más frecuentes recogidas en el documento ya mencionado, son las manifestaciones neurológicas, que afectan a entre un 30 y un 50% de los pacientes. Dentro de este grupo destacan: cefalea, ansiedad, mente «nublada» (falta de concentración, reducción de nivel de alerta, lentitud ideatoria, alteraciones en la memoria), entumecimiento de las extremidades, artromialgias y síntomas similares a la fibromialgia.

Se han documentado también dermatitis y rash cutáneo, y hasta un 80% de los pacientes sufren astenia, debilidad y alteraciones del ánimo que pueden llegar a requerir de tratamiento farmacológico. También se ha asociado con asma, rinitis, alergias alimentarias mediadas por IgE (como PLV y marisco).

En cuanto a las alteraciones de laboratorio, también se ha visto que puede aparecer problemas de malabsorción incluyendo niveles bajos de ferritina, anemia o ferropenia, vitamina D, y déficit de folato.

Sensibilidad al gluten/trigo no celiaca: diagnóstico

Los síntomas que suele presentar la SGNC son hinchazón, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal… «los mismos síntomas que suele presentar un intestino irritable», señala Bañares. Pero además todo esto se acompaña también de síntomas extraintestinales como fatiga, cefalea, dificultad para concentrarse, dolores musculares, anemia, depresión… Para diagnosticar correctamente la sensibilidad al gluten/trigo, es «necesario descartar antes la celiaquía, así como la alergia al trigo», apunta el Dr. Bañares durante su sesión en La Paz.

El actual Protocolo del Ministerio español de Sanidad, establece algunos criterios para diagnosticar este trastorno a pesar de que destaca que «no hay biomarcadores específicos».

Así, las recomendaciones para diagnosticar sensibilidad al gluten/trigo no celiaca son las siguientes:

  • Reproducir de nuevo los síntomas tras la reintroducción de gluten en la dieta mediante una prueba de provocación doble-ciego controlada basada en la administración de gluten versus placebo durante una semana, y posteriormente, tras una semana de lavado, repetir la provocación mediante la administración de placebo versus gluten.

El Dr. Bañares explica en su intervención en La Paz, que cuando tras descartar la celiaquía y la alergia al trigo, es el momento de que el paciente inicie la dieta sin gluten. «A las seis semanas el paciente vuelve a la consulta y lo que yo pido es que esté estupendo, no que se hayan reducido un poco sus síntomas, sino que y es lo que ocurre, al tercer día haya notado una gran mejoría». Si el paciente tras seis semanas haciendo una dieta sin gluten estricta, indica Bañares, no ha mejorado, «podemos olvidarnos de la sensibilidad al gluten».

En una segunda fase, como indicábamos más arriba, habría que hacer una reintroducción del gluten. «Hay pacientes que cuando comenten transgresiones de la dieta enseguida notan los síntomas por lo que a veces la reintroducción no es necesaria, pero sí en otros casos en los que necesitamos comprobar si en realidad ese paciente es sensible o es celiaco, por lo que le pediremos que reintroduzca el gluten para después hacer una biopsia intestinal. Esa reintroducción sería controlada, siguiendo las pautas recomendadas por los expertos. «Sería de entre 8-10 gramos de gluten al día, unas 3 rebanadas tipo baguette, pero a veces los pacientes no toleran estas cantidades y no pueden hacer una reintroducción durante seis semanas.

Diagnosticar SGTNC si el paciente ya no toma gluten

En muchos casos los pacientes llegan a la consulta una vez que han dejado de consumir gluten y en estos casos el diagnóstico es aún más complejo.

Según el citado documento del Ministerio de Sanidad, las recomendaciones son las mismas: es necesario descartar celiaquía y alergia al trigo, pero para ello se hace necesario reintroducir el gluten en la dieta.

«Para los pacientes que han retirado el gluten de la dieta puede ser útil investigar los genes asociados a la enfermedad celiaca» e indicar biopsia duodenal solo en los casos en los que la prueba genética sea positiva, «ya que el valor predictivo negativo del test genético se aproxima al 100%».

En los casos en los que la prueba genética sea positiva, y de cara a realizar la biopsia intestinal, será necesaria la reintroducción del gluten «al menos durante 2 semanas (idealmente de 4-6) antes de proceder con las investigaciones serológicas y el estudio histológico (biopsia)».

El laboratorio Vivolabs -antes Genyca- es el laboratorio experto en genética de enfermedad celiaca y realiza pruebas en todo el país enviando el kit de recogida de muestras a domicilio. Con el código Celicidad10, realizan un descuento del 10% en cualquiera de las pruebas que ofrecen en su web. Puedes consultarlo aquí.

También realizan pruebas genéticas de predisposición a intolerancias alimentarias como lactosa, fructosa, histaminosis, etc, así como anticuerpos de celiaquía.

Se descarta la Enfermedad Celiaca…

La enfermedad celiaca se descarta entonces,

  • Si hay serología específica negativa y ausencia de atrofia vellositaria en la biopsia duodenal.
  • Estudio genético negativo

Durante la ponencia del Dr. Bañares, (que se puede ver completa a continuación) habló también de la posibilidad de que el gluten no sea el responsable de esta entidad. «Aún queda mucho por saber y hay distintas líneas de investigación».

Fructanos o ATIS ¿responsables de esta sensibilidad?

En los últimos años se está investigando mucho a cerca de este trastorno y todo apunta a que el gluten no sería el responsable del mismo. El Dr. Molina, haciéndose eco de varios estudios, señala que los principales sospechosos de esta sensibilidad serían los inhibidores de alfa amilasa tripsina (ATIS), presente también en el trigo.

Por otro lado también se estudia la posibilidad de que sean los denominados carbohidratos fementables (oligo, di, monosacáridos y polioles -FODMAPS), los causantes del cuadro clínico que provoca la sensibilidad.