Los roscones de Reyes sin gluten y sin lactosa han sido todo un éxito, así que Pilar Martínez, propietaria de El Cortijo Sin, en Granada, se ha puesto un nuevo reto: ningún niño sin su Mona de Pascua. Hoy arranca la campaña con pruebas y más pruebas para que el producto final sea perfecto y haga felices a celiacos de todo el país.

El Cortijo Sin lleva dos años trabajando toda su carta sin gluten y sin lactosa. Su propietaria y cocinera, Pilar Martínez, es celiaca y tiene intolerancia a la lactosa, así que ha convertido estas dos limitaciones a la hora de comer, en la seña de identidad de su restaurante, en el centro de Granada. Desde su cocina prepara una carta típica granadina perfectamente adaptada a celiacos e intolerantes a la lactosa y con la mejor garantía de seguridad, la de su propietaria. Y desde hace un tiempo a Pilar le ha picado el gusanillo del dulce y se pasa el día probando nuevas recetas para hacer que sus clientes puedan acabar las comidas con un sabor de boca magnífico.

El Cortijo Sin Celicidad App

Ficha de El Cortijo en la app Celicidad.

Prepara todo tipo de pasteles y postres y esta Navidad comenzó con los roscones, que arrasaron entre los granadinos y fuera de la provincia. Así que tras el éxito de la campaña navideña ha vuelto a estudiar y este lunes comienza un nuevo reto, el de preparar Monas de Pascua sin gluten y sin lactosa para que en Semana Santa ningún niño se quede sin probar esta receta tradicional.

Las Monas de Pascua, muy típicas del Levante, son el regalo que se hacen en Semana Santa padrinos y ahijados. Se trata de un pan dulce que es decorado con distintos motivos y que suele llevar chocolate. En el Cortijo Sin lo harán sin lactosa, sin gluten y sin huevo. Casi nada. De momento estará a la venta en su local pero también se plantean la idea de enviarlo a toda España. Os mantendremos informados.

El Cortijo Sin ofrecerá diferentes tamaños y cuatro modelos: la tradicional que es redonda, y otras tres más infantiles con forma de mono, lagartija y serpiente.

Un restaurante 10

No sólo de dulce vive El Cortijo Sin, ni mucho menos. Pilar trabaja todo tipo de preparaciones, desde las pizzas «cortijeras» hasta platos más típicos de la gastronomía granadina, todo sin gluten y sin lactosa, y los churros con chocolate el fin de semana. Trabaja con ilusión, cocinar es su auténtica pasión, y sus clientes lo notan cuando se sientan a comer en su casa. Por eso, y a pesar de llevar sólo dos años trabajando «sin», El Cortijo ha conseguido colarse en el último ranking de Celicidad entre los 10 restaurantes mejor valorados y más visitados por los usuarios de nuestra app, codeándose con restaurantes que llevan años y años en este sector. Un premio más que merecido para Pilar, la cocinera sin de la ciudad que tiene su encanto y el de todas las demás, como decía Machado.

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